Sin embargo, la Casa Blanca advirtió que una eventual pesquisa solo resultará contraproducente para una Cámara Baja ya muy dividida, por lo que “este ejercicio de juicio político («impeachment») infundado sería un desastre para los republicanos del Congreso”, afirmó el portavoz de la mansión ejecutiva, Iam Sams.
“No confíen en nuestra palabra: simplemente escuchen el coro de sus colegas republicanos, que admiten que no hay evidencia para sus acusaciones falsas y que llevar a cabo tal truco partidista sería contraproducente”, subrayó Sams, citado por el diario The Hill.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, pasó el verano coqueteando con la idea de impulsar la pesquisa a Biden cuando los congresistas regresen al Capitolio en septiembre, pero la mansión ejecutiva expresó cierto optimismo al hablar en contra de esa idea.
Según las apreciaciones, legisladores como Don Bacon (republicano por Nebraska), alertó que se necesitan más evidencia concreta para avanzar en lo que propone McCarthy, mientras su correligionario de partido Brian Fitzpatrick, de Pensilvania, opinó que no quiere ver a Estados Unidos seguir un camino similar al del Parlamento británico.
El periódico reseñó que el representante Mike Lawler (de Nueva York), que por cierto está en la Cámara Baja por un distrito que ganó Biden, consideró que todavía no se ha llegado a ese punto para el «impeachment» y su colega de Colorado, Ken Buck, calificó el plan de teatro de juicio político.
Para algunos observadores, a los demócratas les conviene resaltar las fracturas existentes en la Cámara de Representantes, donde los republicanos cuentan con una ajustada mayoría y, por lo tanto, no pueden darse el lujo de perder un voto cuando quieran sacar adelante cualquier iniciativa, como esta de McCarthy.
También se arriesgaría la mayoría del partido en la oposición si suficientes republicanos moderados, electos en los distritos que ganó Biden, se ven obligados a realizar esa votación durante un año electoral crucial, en el que buscan ampliar su ventaja, apuntó el propio medio de prensa, especializado en temas políticos y del Congreso.
Algunas personas dicen que están enhebrando una aguja, yo creo que están enhebrando un átomo cuántico. Una aguja es fácil, ironizó el exrepresentante demócrata por Nueva York Steve Israel.
No obstante, dijo que la Casa Blanca no debería descartar por completo la amenaza, porque nunca se sabe hasta dónde llegarán los miembros del ala más conservadora de la Cámara de Representantes y si McCarthy será capaz de soportar la presión.
El punto de ataque de los republicanos hacia el mandatario es la presunta corrupción de su hijo Hunter Biden en materia de negocios y cabildeo y lo acusan de haber utilizado su cercanía al círculo de poder para obtener, en su momento, oportunidades comerciales en Ucrania.
La campaña electoral camino a los comicios de Estados Unidos en 2024 promete sobresaltos, sobre todo cuando sus dos principales precandidatos, Joe Biden y Donald Trump, andan de una forma u otra con temas asociados al escrutinio, las investigaciones y, en especial el republicano, con varios juicios pendientes.
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