Los pugilistas de la mayor de las Antillas conquistaron cuatro medallas de oro y una de bronce en Tokio 2020, y recuperaron la corona en el Campeonato Mundial de Belgrado 2021, con cinco doradas y dos bronceadas, todo ello pese al impacto de la pandemia de la Covid-19 y las dificultades económicas, para ratificar su indiscutible clase y hegemonía.
Sin embargo, ávido de nuevos retos ya dirigen sus miradas al futuro, con la ambición de mejorar los triunfos y regalarle más prestigio al movimiento deportivo de la isla y a la escuela cubana de la viril disciplina, ganadora de 41 cetros olímpicos y 80 en certámenes del orbe.
Para concretar ese desafío y afianzar su protagonismo en lides multideportivas, en especial las Olimpiadas y los certámenes universales, los directivos del Instituto Nacional de Deportes y la Federación Cubana de Boxeo (FCB) delinearon una nueva estrategia de desarrollo luego de años de un profundo análisis.
Esa iniciativa incluye la incursión en los circuitos profesionales en un contexto internacional marcado por la presencia de pugilistas rentados y la humanización de las reglas imperantes en sus organizaciones promotoras, para elevar la preparación continua y diversificar el rango y las características de los adversarios, precisó a la prensa Alberto Puig de la Barca, presidente de la FCB.
ENTRADA TRIUNFAL
El proyecto incluye el legado de los padres fundadores de la escuela cubana de boxeo, el rol de los entrenadores de la base y la estructuración sostenida desde ese nivel, e incorpora una fuente de ingresos en beneficio de los deportistas y miembros de los colectivos técnicos, sus familiares y el crecimiento de la disciplina de los puños con una ruta competitiva más adecuada a las exigencias actuales.
Con la conquista de tres reinados y dos subtítulos en la Serie Mundial, un par de victorias en combates en el torneo AIBA Pro Boxing, 22 ante profesionales en lides bajo el reglamento olímpico y el balance de siete triunfos y un empate ante peleadores rentados en un tope desarrollado en México, previo a la cita estival de Tokio, los boxeadores cubanos regresaron por todo lo alto a esos escenarios.
Una representación de seis integrantes de los Domadores de Cuba, el nombre de la franquicia en la Serie Mundial, convenció como una de las mejores del orbe en su ingreso al profesionalismo al conseguir una aplastante victoria de 6-0, cinco de ellas por la vía rápida, en el ring del Palenque de la Feria de San Marcos, Aguascalientes, en el centro de México.
Por la mayor de las Antillas triunfaron el súper pluma Osvel Caballero, bronce en el Mundial de Belgrado 2021, el súper ligero Lázaro Álvarez, tercero en Tokio 2020 y oro universal en Bakú 2011, el súper welters Roniel Iglesias, titular olímpico en Tokio y Londres 2012, y el súper mediano Yoenlis Hernández, monarca del orbe en la capital de Serbia.
Completaron la comitiva el semicompleto Arlen López, monarca olímpico en Río de Janeiro 2016 y Tokio, y el crucero Julio César La Cruz, pentatitular mundial y bimonarca bajo los cinco aros, en una nación de fuerte y larga tradición boxística y de 201 campeones mundiales absolutos en las 16 categorías de las cuatro organizaciones del boxeo rentado.
Los seis ganadores son producto de la escuela cubana de boxeo, reconocida en todos los lares del mundo y forjadora de púgiles de la talla de Teófilo Stevenson, Félix Savón, Mario Kindelán, Roberto Balado, Héctor Vinent o Julio César La Cruz, por citar a algunas de las luminarias.
De esa academia salieron 32 campeones olímpicos, 63 campeones mundiales y 64 titulares universales juveniles gracias a una sólida estructura fortalecida en cada provincia del país, con un 48 por ciento de la matrícula menor de 21 años y técnicos bien capacitados.
La disminución de ocho a siete en las divisiones de la rama masculina también exigirá más a los pugilistas cubanos en sus aspiraciones de ganar el mayor número de preseas en París 2024, al tener una opción menos que en la edición de Tokio.
Sin embargo, la inserción de los pugilistas cubanos en los circuitos rentados llega en un momento bien difícil para el boxeo ante la posibilidad de quedar fuera del programa olímpico debido a temas de gobernanza, integridad de los jueces y sostenibilidad financiera.
En ese sentido, Puig confía que la disciplina se mantendrá en el cronograma competitivo de las próximas dos citas estivales (París 2024 y Los Ángeles 2028) al ser aprobados importantes cambios en los estatutos de la Asociación Internacional de Boxeo, en un Congreso extraordinario del organismo, ajustados a las demandas del Comité Olímpico Internacional.
El formato aprobado de 51, 57, 63,5, 71, 80, 92 y más de 92 kilos permitirá a los equipos distribuir con mayor flexibilidad a sus estrellas y concentrar más la calidad.
Las mujeres pelearán en seis divisiones (50, 54, 57, 60, 66 y 75 kilos), una más que las disputadas por ellas en la capital japonesa y su actuación influirá en mayor medida en el ordenamiento por países, opinó el directivo.
¿MUJERES EN EL RING?
Aunque de seguro las pretensiones del boxeo cubano pudieran recibir un espaldarazo de contar con una escuadra femenina, una asignatura aún pendiente en el deporte de la isla.
En declaraciones a Prensa Latina, el jefe técnico del equipo nacional, Rolando Acebal, llamó a sensibilizarnos con las mujeres y en la necesidad de otorgarles el derecho de incursionar, tal como lo hacen en judo, lucha, kárate o taekwondo, en la práctica de la disciplina de los puños.
Acebal respalda su solicitud en que éste no daña la salud de las chicas y en la gran participación de ellas en las Olimpiadas de Tokio 2020 y el Mundial de Belgrado 2021.
Al respecto, señaló que en la capital japonesa Cuba dejó de aspirar a medallas en cinco divisiones y llamó la atención que de poder incorporarse, las mujeres podrían respaldar la actuación de la isla en certámenes multideportivos.
Antes de la magna justa japonesa el fundador de la escuela nacional de boxeo, Alcides Sagarra, de 85 años, cuestionó el lento avance de ese polémico asunto, que la FCB prometió estudiar desde 2016.
Hay muchos factores a favor de la inclusión de las cubanas en el ring, y estoy muy optimista en que en los próximos años ya podamos tener equipo de boxeo femenino, subrayó Puig.
Con su enorme talento, trabajo bien encaminado desde la base, rica historia y un legado imperecedero, el boxeo de Cuba camina con paso firme para concederle más éxitos a la nación antillana y al deporte latinoamericano.
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