La noticia se sumó a una plaga de lesiones de jugadores galos que ya de por sí llegaron diezmados a Doha. Dos pilares del mediocampo, Paul Pogba y Ngolo Kanté, eran bajas por lesiones.
Se añadieron otros dos futbolistas que podían ser importantes en Qatar, el delantero Christopher Nkunku y el defensa Presnel Kimpembe. Pero la ausencia más notable será la del Balón de Oro de este año y figura indiscutible del Real Madrid.
‘En mi vida nunca me he rendido, pero esta noche tengo que pensar en el equipo, como siempre he hecho, así que la razón me dice que deje mi lugar a alguien que pueda ayudar a nuestro grupo a tener un gran mundial. Gracias por todos sus mensajes de apoyo. ¡Allez les bleus!’, escribió Benzema en su cuenta de Instagram.
Otro maldito para los mundiales es el atacante alemán Marco Reus, siempre considerado un fijo en la plantilla de la Mannschaft. Quedó fuera a última hora de Brasil 2014 (cuando el equipo resultó campeón) y ahora se repite la historia, en ambos casos por lesiones.
Alemania, tal vez, no se resienta tanto por no contar con Reus y parece con grandes posibilidades de avanzar como primero del grupo E, aunque deberá salvar el escollo de España. Los teutones se apoyan en el incombustible veterano Thomas Muller, Serge Gnabry, Leroy Sané, Joshua Kimmich, Kai Haverts y el jovencito Jamal Musiala, además del estelar guardameta Manuel Neuer.
En realidad, aun con las bajas sensibles, Francia debe salvar sin problemas la primera fase en la llave D ante Australia, Dinamarca y Túnez. Pero necesitará más que nunca de las excelencias de Kylian Mbappé, con el respaldo de Antoine Griezmann y el veterano Olivier Giroud.
De los europeos, suenan campanas por Inglaterra, con una portentosa pléyade de jugadores en su mayoría jóvenes y algunos establecidos como el eficiente delantero Harry Kane, junto a Sterling, Radford y los fogosos volantes Bellingham y Foden.
Los ingleses están en la serie B, que debe liderar por encima de Estados Unidos, Gales e Irán. Otro camino expedito apunta a Países Bajos, un elenco sumamente peligroso que ha estado a las puertas de la Copa del Mundo en más de una ocasión. Bajo la batuta de Louis Van Gal, tienen a delanteros como Luuk de Jong y Memphis Depay, y un mediocampo interesante con Frenkie de Jong y Davy Klassen.
Los de la tierra de los tulipanes están encuadrados en el grupo A que deben dominar a placer.
Ni mucho menos descartados están Croacia, subcampeona en Rusia 2018 y el eterno candidato, Bélgica, ambos en la misma serie F en la cual aparecen también Marruecos y Canadá.
Del resto de los europeos, sin dudas Portugal presenta cartas credenciales. Al menos por nombres inspira respeto, con Cristiano Ronaldo y los ascendentes Rafael Leao y Joao Félix, además del virtuoso centrocampista Bernardo Silva.
Para muchos, los lusitanos, si variaran un poco ese esquema a veces ultradefensivo, pudieran ser aspirantes al título.
Quedan en un segundo plano, pero no descartados del todo Dinamarca y Serbia, y prácticamente sin opciones Suiza.
mem/ft