Rodeada por unos 150 espectadores, el ave adivina llamada Olivia debía escoger una bandera perteneciente a alguno de los dos equipos. Después de una prolongada deliberación y varios amagues finalmente optó por la enseña germana, reseñó el periódico Sankei.
El vaticinio generó exclamaciones de lamento entre los presentes, quienes luego de superar la decepción corearon ¡Gambare Japón! (Vamos, Japón), precisó el medio de prensa.
El juego entre ambas escuadras tendrá lugar el próximo miércoles en el estadio Internacional Jalifa, de la ciudad de Doha y, al igual que Olivia, los pronósticos de los expertos confieren la ventaja a los alemanes.
A propósito de los enfrentamientos en la fase de grupos, Olivia auguró también un triunfo del equipo japonés sobre la oncena costarricense y otro revés frente a España.
De acuerdo con sus cuidadores, las predicciones del lorito respecto a la actuación del plantel nipón en citas mundialistas comenzaron cuando Brasil 2014.
Sus dotes de vidente, calificados por algunos seguidores japoneses como “el pico de Dios”, pasaron la prueba de precisión en 70 por ciento durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016.
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