La mayor parte del duelo fue de tensión y nerviosismo, hubo incluso quien se comió las uñas mientras mantenía la mirada fija en las pantallas ubicadas en plazas, centros comerciales y lugares públicos que exhibieron el tercer juego de la fase de grupos de La Tri, como llaman a su selección.
Lo que no imaginaron es que fuera la última presentación de los ecuatorianos en las canchas de Qatar, pues todos tenían la esperanza de, al menos, empatar a los africanos para conseguir avanzar a octavos de final.
Realmente no esperaba este resultado, el conjunto nacional jugó muy bien anteriormente contra los anfitriones qataríes y empatamos a los Países Bajos, que considerábamos nuestro principal rival, dijo desconsolado a Prensa Latina el aficionado Francisco Hernández.
Abrazos y lágrimas hubo entre algunos hinchas que vieron muy cerca el sueño de llegar más lejos en la cita deportiva y alentaban a los jugadores con gritos de Sí se puede.
¡Es increíble! Los muchachos del entrenador Gustavo Alfaro tuvieron un muy buen torneo, pero errores en el primer tiempo le costaron no solo el juego, sino que los obligaron a regresar a casa antes de lo imaginado, comentó Andres Pérez, otro de los espectadores.
Todos estaban ilusionados con la clasificación, incluso la vieron cerca cuando en el minuto 67 Moisés Caicedo logró igualar el marcador, sin embargo, ese deseo se alejó de la realidad cuando poco después Senegal anotó el tanto de la diferencia.
Los ecuatorianos lamentan que con esa derrota quedarán para el próximo Mundial las aspiraciones de mejorar su actuación de Alemania 2006, cuando llegaron a octavos de final.
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