Esta coproducción entre Brasil y Argentina es una de las que persigue el Premio Coral en la categoría de óperas primas. Con guión y dirección de la brasileña Carolina Markowicz, el largometraje de ficción se desarrolla en una remota zona rural de São Paulo y cuenta la historia de una familia que vive junto a una fábrica de carbón y acepta la proposición de acoger a un misterioso extranjero.
Pero la casa pronto se convierte en un escondite, ya que el supuesto huésped resulta ser un capo de la droga muy buscado, y aunque la rutina de esas personas se ve completamente alterada, deben fingir que nada ha cambiado.
Markowicz (Brasil, 1982) cuenta ya con un prestigio en la arena internacional, pues a sus 40 años ha escrito y dirigido seis cortometrajes seleccionados en festivales como Cannes, Locarno y Toronto.
La edición 43 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano comenzó la víspera y se extenderá hasta el 11 de diciembre.
Esta cita se ha caracterizado históricamente, a diferencia de otras en la región, por privilegiar a través de su concurso aquellas películas que mejor reflejen la realidad del área, temas sociales y políticos, asuntos coyunturales, destacó su director Yumey Besú.
Según precisó, en esta edición se presentaron más de dos mil obras y quedaron 103 filmes en concurso, 15 largos de ficción, 15 mediometrajes y cortos, 17 largos documentales y 10 cortos documentales. Mientras que en el apartado de animación son 29 obras y 15 óperas primas.
Como novedad en este 2022 destaca la entrega del Premio de la Diversidad, Arrecife, para la mejor obra latinoamericana de temática queer, cuya selección estará a cargo de un jurado independiente designado por el Festival.
Fundado el 3 de diciembre de 1979 por el cubano Alfredo Guevara, el certamen concede como máxima distinción el Gran Premio Coral.
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