La mesa estuvo moderada por Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba, y los ponentes fueron el director de cine Jorge Luis Sánchez, el ensayista y realizador Raydel Araoz y la investigadora norteamericana Jessica Gordon.
Los panelistas disertaron sobre aspectos relevantes de la filmografía del sobrino del poeta nacional Nicolás Guillén, entre ellos su trabajo luego de emigrar a Estados Unidos; su poética en el corto Coffea Arábiga y el necesario rescate que requiere. Coincidieron en que la obra del también pintor es una de las más notables de la cultura cubana de la segunda mitad del siglo XX.
En el público estuvo Gretel Alfonso, viuda del artista, quien contó varias anécdotas de la vida de Nicolasito, como igualmente es conocido en los círculos intelectuales.
Ponentes y público celebraron que el Instituto de Arte e Industria Cinematográficos le haya dedicado esta edición del Festival de La Habana a uno de los mejores exponentes del cine cubano y solicitaron que se promoviera mucho más su obra.
En esta edición 43 de la mayor fiesta del cine en Cuba se presenta una muestra de algunos cortos restaurados y el documental del director Ernesto Daranas sobre los avatares de la vida de Landrián.
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