Dirigida por la argentina Silvina Schnicer y el español Ulises Porra, la película retrata la situación de muchas niñas que construyen una relación similar a la de una madre con su hija con sus niñeras, pero un accidente pone a prueba la inocente ilusión de que nada las separará. De acuerdo con Porra, la narrativa parte del guion de la dominicana Ulla Prida, el cual se fue nutriendo del trabajo en equipo hasta conformar una entrega «política, capaz de mostrar un sistema cruel que no da tregua».
Nuestro trabajo estuvo enfocado en ofrecer una visión de los personajes sin juzgarlos, para ver hasta dónde podían llegar y poner a prueba ese concepto de que «existe el amor a pesar de la clases o el propio sistema se encarga de poner a cada cual en su lugar», señaló.
Para ello asumen como punto de giro en la historia el trágico accidente automovilístico, de Sara, su hermano Álvaro y Mallory, hija de la niñera, evento que exacerba los conflictos, genera una división entre aquellos que apelan al silencio cómplice y otros que exigen justicia.
Según explicó Porra a la prensa acreditada del Festival de La Habana, el largometraje aborda cuestiones como la culpa, la resignación, la hipocresía, el cinismo, así como las diferencias generacionales, raciales, económicas y de clase.
La producción a cargo de Wooden Boat Productions bajo las órdenes de las ejecutivas Alexandra Guerrero y Prida, presenta un elenco conformado por Cecile Van Welie, Magnolia Núñez, Adelanny Padilla, Genesis Buret, Javier Hermida, Richard Douglas, Clara Luz Lozano y Yuberbi De La Rosa.
Calificada por la crítica como «un drama potente, visualmente magnífico y en ocasiones, muy enigmático», la cinta apuesta por elementos que invitan a prestar atención a los detalles, a las sutilezas de los gestos y la visualidad.
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