La propuesta audiovisual forma parte del segmento En Perspectiva destinado a producciones distintivas del continente y pone a consideración del público la relación intrínseca que entre una y otra existió como exponentes de la canción en la isla caribeña.
Siempre que vengo a los Estudios Abdala siento que puedo reencontrar a Lucía Huergo: la amiga simpática y talentosa, impredecible, mujer orquesta, declara Hevia en los inicios del documental.
Durante 65 minutos ofrece tanto imágenes de archivo como testimonios de colegas y la propia Huergo (1951-2015), nacida en una familia de padre español asociado al canto lírico y madre cubana.
Si bien la obra permanece fuera de concurso, resulta oportuna para recordar a Huergo, que encarnó a la perfección el espíritu creativo de mujer, cubana y multiintrumentista, gracias a su singularidad que le permitió dominar desde el piano hasta el oboe, el saxofón o la flauta.
En honor a su título, el largometraje destaca la versatilidad y talento de la compositora, quien consolidó su carrera entre el jazz y otras sonoridades afrocubanas al codearse con músicos de la talla de Sara González, Carlos Alfonso y Ele Valdés, con quienes consolidó piezas antológicas del grupo Síntesis.
Destaca, además, su cofradía en términos de orquestación, arreglos y producción musical con voces femeninas notables en el panorama de la cancionística y la trova en el país, como Teresita Fernández, Heidi Igualada, Xiomara Laugart, Miriam Ramos y la propia Hevia.
Hasta el 11 de diciembre, la edición 43 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano visibiliza la creación de las mujeres en el contexto regional, frente y detrás de cámara, con una amplia selección de cintas.
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