El filme biográfico titulado Esa es la vida, Octavio, resume en 30 minutos la prolífica trayectoria del artista (1935-2008), quien figura en la selecta lista de intelectuales de la segunda mitad del siglo XX que marcaron el rumbo de la filmografía en la isla.
Incluida en el catálogo del Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, que tiene lugar en esta capital hasta el 11 de diciembre, la cinta articula elementos de la narrativa documental y de ficción, en tanto se apoya en material de archivo y testimonios de cineastas que compartieron su vida profesional como Manolo Pérez, Raúl Rodríguez, Manuel Herrera, Enrique Pineda y Luis Lacosta.
«Tuve la gran suerte de obtener dos entrevistas de vida qué el concedió a diferentes personas y que me las regalaron», explicó Wood, al tiempo que destacó la importante labor de rescate de los audios «para tener el mejor Octavio posible hablando sobre su vida, cosa que era muy poco frecuente».
De acuerdo con el cineasta y actor Wood, con en esta entrega salda una deuda personal, pues a los 14 años tuvo la oportunidad de protagonizar el primer largometraje de ficción de Cortázar: El brigadista, en 1976, el cual marcó el inicio de una relación profesional “muy intensa, útil y necesaria”.
Ganador en la segunda convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano, el proyecto «habla sobre la vida de uno de los creadores que forma parte de ese selecto grupo de fundadores del cine cubano, un hombre que le dio una gran importancia al documental y produjo este tipo de materiales hasta los últimos años de su vida».
Cortázar «dejó una obra muy importante para nosotros los cubanos, él entendió muy rápido el tipo de cine que debía hacerse», apuntó Wood, quien evocó el icónico título Por primera vez, uno de los documentales más importantes que se han producido en Cuba.
«Octavio fue una persona muy importante para mí y por eso estoy muy satisfecho con poder retribuirle con este documental, es una intención en la estética del filme tenerlo vivo, tenerlo ahí, traerlo a la vida, hablando conmigo ayudándome a dirigir el trabajo, dándome consejos», puntualizó.
Por tal motivo, la película se centra en el Cortázar cineasta y su desempeño en el arte, pues siempre puso su vida personal o familiar fuera de los focos mediáticos, y en ese sentido el audiovisual respeta la voluntad del creador de títulos como Guardafronteras (1980), Derecho de Asilo (1994) y más de una veintena de documentales.
El historial del realizador recoge una destacada obra tanto detrás de las cámaras como en la preparación de futuras generaciones, así como su presencia en la fundación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y la escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños.
Igualmente, puso su talento a disposición de algunas ediciones del Noticiero ICAIC Latinaomericano y dirigió la Casa Productora de Documentales Hurón Azul, perteneciente a la Unión de Escritores y Artistas de este país.
mem/lbl