Tras el tradicional ritual en Teotihuacán, México, y su llegada a Chile, las tres llamas que iniciaron su periplo a la capital desde las regiones de Visviri, Rapa Nui y Puerto Toro llegarán juntas al Estadio Nacional y, unidas en un solo fuego, prenderán el pebetero, dando por inaugurada la fiesta deportiva de América.
A lo largo de su recorrido a través del país andino la antorcha fue portada por diversas personalidades, incluidos deportistas relevantes como el futbolista Alexis Sánchez, quien participó en el relevo por las calles de Antofagasta.
El paso del Fuego Sagrado tambi’en puso de relieve el vínculo que existe entre el deporte y los derechos humanos.
En el trayecto entre las comunas santiaguinas de Pirque y La Pintana, estuvo Cecilia Tormen, hermana del campeón chileno de ciclismo, Sergio Tormen, desaparecido por la dictadura en 1974, y cuyo nombre lleva hoy el velódromo del Parque Estadio Nacional.
Mientras, en el tramo de la Plaza de Maipú al Parque Bicentenario de Cerrillos, participó Luis Cárdenas, uno de los detenidos que hubo entonces en el Estadio Nacional y que trabaja ahora en la administración del coliseo.
Ya este jueves la Antorcha Panamericana hizo su último recorrido por las calles del centro de Santiago, en medio de una multitud cuyo entusiasmo y apoyo ratificó que espera con ansias el comienzo oficial del evento multideportivo más grande del continente.
Sobre el encendido del pebetero sigue flotando un velo de misterio que se descorrerá esta noche, como colofón de un visto espectáculo artístico y cultural, y seguramente estará en manos de alguien especial.
Cabe recordar que en ediciones pasadas ese papel correspondió a auténticas leyendas del deporte. En Lima 2019 lo prendió la Zurda de Oro del voleibol peruano, Cecilia Tait; en Toronto 2015 fue el baloncestista Steve Nash; en Guadalajara 2011, la clavadista Paola Espinosa, y en Rio de Janeiro 2007 el campeón olímpico Joaquim Cruz; por solo citar los más recientes.
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