«Es bien grato, al final ganar una medalla. Yo vengo de un país que tiene muy poquitas medallas en Panamericanos y ningún oro. Ese era el sueño», declaró el pinolero en exclusiva a Prensa Latina poco después de discutir el título.
Cerca, muy cerca estuvo de alcanzarlo porque cada una de sus rutinas en el Centro de Deportes de Contacto rozó la excelencia en la final los jueces lo calificaron con un puntaje de siete mil 880.
Pero enfrente estaba el mexicano William Arroyo, tres veces campeón del orbe y monarca centrocaribeño de San Salvador este año, quien a la postre acabó llevándose el oro con siete mil 990 puntos, una cota que bien pudiera equipararse a las cumbres del Himalaya.
«Duele porque no venía por una medalla, venía por el oro. Pero así es el deporte. A veces se gana, a veces se pierde», comentó Ortega, que ofreció sus consideraciones sobre el evento de poomsae y el nivel de Arroyo.
«Fue una competencia dura. Ya me he enfrentado a él en múltiples ocasiones. Hace un mes exactamente le gané en Brasil. Pero el deporte es así y también es un gran logro para mi país”, afirmó el taekwondista de 23 años.
Su medalla de plata representó el quinto subtítulo de Nicaragua en la historia de los Juegos Panamericanos, en los que el “país de lagos y volcanes” también ha alcanzado 10 bronces.
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