Poco importa que, a sus 32 años, el dolor la acompañe en cada giro, o que tenga las rodillas muy dañadas y nueve tornillos en una mano, apenas se sube a su bici Pajón se transforma en la “Mujer Maravilla”. Lo demostró este domingo una vez más en cada recorrido de la competencia para conquistar su tercera corona de los Juegos, tras las que logró en Guadalajara 2011 y Lima 2019.
Si no tiene cuatro es porque en Toronto 2015, después de haber avanzado a la final con el mejor tiempo en la clasificación, debió abandonar la carrera por un accidente.
Nacida en Medellín, en una familia de deportistas amantes de las carreras —su padre practicó el automovilismo y su madre la equitación—, Mariana aprendió a montar bicicleta cuando tenía tres años.
A los cuatro ya realizaba sus primeros entrenamientos en la pista, y tuvo su primera carrera, en la que compitió contra niños de mayor edad porque no había categoría para la suya.
A los 19 se proclamaba campeona mundial y a los 21 monarca olímpica en Londres 2012, un título que repetiría cuatro años más tarde en Rio de Janeiro, erigiéndose en la única atleta colombiana en conseguir dos oros bajos los cinco aros y en la primera latinoamericana en hacerlo en un deporte individual.
Ahora en Santiago 2023, después de montar bici con el popular cantante Sebastián Yatra a pocas horas de la inauguración, Pajón volvió a hacer lo que mejor sabe en la pista.
La canadiense Molly Simpson y otra colombiana, Gabriela Bolle, intentaron seguirle el ritmo, pero la “hormiga atómica” como también fue apodada de joven les mostró que es bien difícil alcanzar a una leyenda.
En la capital chilena, por cierto, ganó pedaleando con una lesión en el codo derecho, pero después de operarse dice que buscará otro reinado en los Juegos Olímpicos de París 2024.
jcm/abc