Como suele ocurrir en estos eventos, la delegación de Estados Unidos enseñó su músculo en el medallero por países desde temprano, con nueve títulos.
Cuatro de ellos los ganó en la natación, donde la norteamericana Paige Madden mejoró la marca de los 400 metros estilo libre para damas, con un crono de 4:06.45 minutos, justo antes de que el brasileño Guilherme Costa hiciera otro tanto en esa prueba para hombres con un 3:46.79.
Los tres gigantes del continente, Estados Unidos, Brasil y Canadá se repartieron en definitiva el botín dorado de las ocho finales disputadas en la piscina del Centro Acuático; aunque al otro lado de esa instalación nadie superó a los clavadistas mexicanos.
En el tanque de saltos, el azteca Osmar Olvera se coronó en el trampolín de un metro masculino, mientras la mancuerna de Gabriela Agúndez y Alejandra Orozco hizo el uno-dos en la plataforma femenina.
Para la delegación mexicana la jornada resultó bien fructífera, también gracias al taekwondo, en el que sumó tres de las seis preseas doradas con las que se encumbró en el segundo puesto del escalafón por países.
Uno de esos títulos lo obtuvo en el poomsae, modalidad del taekwondo en la cual países modestos como Nicaragua y Guatemala —que compite como delegación de atletas independientes— estuvieron a punto de alcanzar la gloria, al sumar sendas medallas de plata en estos Juegos.
En total, ya son siete los países que exhiben al menos una corona, pues a los cuatro ya mencionados se sumaron República Dominicana, Venezuela y Cuba, con un oro cada uno en las pesas.
Curiosamente, Canadá impidió que Chile también engrosara esa lista el primer día, pero el país anfitrión de estos Panamericanos descubrió que tiene una mina de plata en el mountain bike, con los dos subtítulos que le entregaron los hermanos Martín y Catalina Vidaurre.
De hecho, el ciclismo promete seguir entregando fuertes emociones, cuando este domingo se dispute la prueba de contrarreloj en ambos sexos, así como la maratón que también tomará las calles de Santiago.
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