“Seguir obteniendo medallas de oro es el sueño de cada atleta, por eso es un logro muy importante haber ganado aquí”, señaló el holguinero, quien superó en esta ocasión en la pistola de tiro rápido a 25 metros al venezolano Douglas Gómez y al estadounidense Henry Leverett.
Parece increíble, pero este último tenía apenas dos años cuando el cubano se colgó su primer oro panamericano en Santo Domingo 2003, y todavía no había nacido cuando debutó en Winnipeg 1999.
Desde entonces, como confesó Pupo, la receta para labrar una carrera longeva ha sido ponerle “mucha voluntad y muchos deseos”.
“El tiro es un deporte que en nuestro país es un poco complicado para entrenar. Pero siempre he sabido crecerme ante las dificultades, al igual que el resto del equipo, aunque no tengamos municiones o las armas sean un poco antiguas”, señaló el flamante tricampeón que también posee el oro de Río de Janeiro 2007 y la plata de Lima 2019.
Al valorar su actuación ahora en el Polígono de tiro de Pudahuel y su estado de forma para lo que será su séptima participación en Juegos Olímpicos, el primer clasificado cubano a París dijo sentirse con mucha confianza y en muy buenas condiciones.
“Aquí ahora supe trabajar bien, concentrado en cada ronda de disparos para obtener el oro en la final. La clasificatoria no fue muy buena, pero es algo normal por la presión de la competencia”, afirmó Pupo, el pistolero más rápido de Cuba que en Santiago 2023 ratificó serlo también de toda América.
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