Este grupo compuesto por personas de distintas edades y profesiones, provenientes de diversos países, realiza un papel crucial en el más importante evento continental de su tipo, donde participan unos siete mil atletas.
Sus actividades son diversas y cumplen desde tareas administrativas, hasta asistencia a los deportistas y visitantes, logística, atención al público, recibimiento de delegaciones en aeropuertos, transmisión de competencias y comunicación con los medios.
También laboran en zonas de control de dopaje, servicios médicos, traducción de idiomas, seguridad, actividades recreativas y gestión de ceremonias de premiación.
Nosotros trabajamos en el área de prensa, acreditamos a los representantes de los medios, les damos sus kits, les informamos sobre los recintos y los ayudamos en lo que necesitan, declaró a Prensa Latina Ignacia Atenas, una joven estudiante de periodismo.
Interrogada sobre cómo llegó hasta acá, explicó que se abrió una convocatoria, no solo en Chile, sino en varios países de la región, donde se podía postular a las áreas en las que más le gustaba estar.
“Todos estamos poniendo lo mejor de sí para que esto sea un hito”, dijo, y señaló que es la primera vez que los Panamericanos se realizan en Chile.
Recordó que a pesar de los daños ocasionados por la pandemia, se logró llegar a tiempo para la celebración de la justa.
Son en total 17 mil voluntarios los que participan en Santiago 2023, de ellos más de 500 presentan algún tipo de discapacidad, lo cual muestra la disposición de convertirlo en un evento inclusivo.
En nuestro recorrido por las instalaciones topamos con personas de Brasil, Argentina, Paraguay y Chile que hacen su mayor esfuerzo para garantizar el buen desarrollo de la cita continental.
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