Primero fue la pareja formada por Ana Patricia Silva y Eduarda Santos, quienes vencieron en dos parciales (22-20 y 21-18) a las canadienses Melissa Humana-Paredes y Brandie Wilkerson, para concluir invictas sin haber perdido siquiera un set en todo el torneo.
La presea de bronce la obtuvo Estados Unidos con el dúo de Nicole Quiggle y Sarah Murphy, al derrotar en dos apartados (21-18 y 21-10) a las argentinas Ana María Gallay y Fernanda Pereyra.
A segunda hora el tándem integrado por Andre Loyola y George Souto, quintos del ranking mundial, tomó venganza de la derrota sufrida en la etapa clasificatoria ante los cubanos Luis Alayo y Noslen Díaz al vencerlos en tres sets (21-12, 19-21 y 15-13), para reafirmar el reinado brasileño en estos juegos regionales.
Los anfitriones chilenos Esteban y Marcos Grimalt, que llegaron a esta cita con el cartel de favoritos, se tuvieron que conformar con el metal bronceado al doblegar a los estadounidenses Michael Webber y Hagen Smith en un cerrado duelo que se decidió en tres parciales (21-14, 18-21 y 15-12).
En horas de la mañana las mexicanas Atenas Gutiérrez y Abril Flores se ubicaron en el quinto puesto del sector femenino al vencer 2-0 a las peruanas Claudia Gaona y Lisbeth Allcca (6tas) y la pareja puertorriqueña de María Claudia González y Allanis Navas terminaron en el séptimo escaño al derrotar 2-1 a las chilenas María Francisca Rivas y Chris Andrea Voerpahl (8vas).
En la rama varonil los canadienses Jake Macneil y Alexander Russel fueron quintos por no presentación (lesión) de los mexicanos Juan Ramón Virgen y Miguel Ángel Sarabria (6tos) y los argentinos Tomás y José Capogrosso se apoderaron de la séptima plaza al adjudicarse al vencer los ecuatorianos Dany León y Marcos José Tenorio, por la misma razón.
Después de estos resultados el gigante sudamericano domina el medallero histórico de este deporte con siete medallas de oro, cuatro de ellas ganadas por las mujeres.
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