La Cruz, abanderado de la delegación cubana en la presente cita de Santiago 2023, sacó el extra de los grandes en el tercer round del combate final ante el brasileño Keno Marley Machado y aseguró la presea dorada en el Centro de Entrenamiento Olímpico de la urbe chilena.
A lo largo de las 19 ediciones de estas fiestas continentales del deporte, solamente cinco boxeadores, todos cubanos, se habían coronado campeones en tres ocasiones: Orestes Solano, Julio González, Rolando Garbey, Lázaro Álvarez -esta vez sin medallas- y el propio La Cruz, devenido ya en tetramonarca.
En diálogo con Prensa Latina, La Cruz confesó que este era uno de sus grandes retos, en su afán por quedar en la historia entre los mejores púgiles del planeta, algo que ya tiene seguro gracias a dos coronas olímpicas (Río de Janeiro-2016 y Tokio-2020) y cinco mundiales (Bakú-2011, Almaty-2013, Doha-2015, Hamburgo-2017 y Belgrado-2021).
La Cruz reiteró que siempre respeta a todos los oponentes, los haya o no enfrentado antes: “para mí, todos los rivales son fuertes, pelean por obtener su medalla y representar lo mejor posible a su país”.
“Yo gano mis competencias con la preparación que hago y de ahí los resultados alcanzados, estamos listos para pelear frente a cualquier rival, y que gane el mejor”, ponderó.
Este triunfo en Santiago 2023 le aseguró además su boleto para la cita estival de París-2024, donde podría completar tu terna dorada olímpica.
Precisamente con respecto a su futuro, el púgil de 34 años y oriundo de la centro-oriental provincia de Camagüey, confesó que ya piensa en colgar los guantes, aunque todavía no sabe con exactitud cuándo.
Al parecer sueña con hacerlo por todo lo alto si en definitiva Cuba es designada sede del Campeonato Mundial el próximo año, cuando se cumplen cuatro décadas de la primera cita del orbe, organizada precisamente en La Habana.
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