El país sede ganó hasta ahora 29 medallas, cinco de ellas de oro, 12 de plata e igual número de bronce.
Los metales dorados se lograron con Francisca Crovetto, en el tiro de skeet; Emile Ritter, en esquí náutico; remo cuatro sin timonel femenino y masculino y remo doble femenino.
El país aspira a aumentar su cosecha dorada en disciplinas como el judo, atletismo, karate, el golf y el tenis.
Cumplida la primera semana de los Panamericanos el balance es positivo y hay un creciente interés de la ciudadanía por el evento, según pudo constatar Prensa Latina en las sedes de competencias.
Durante recorridos por el Estadio Nacional, corazón de los juegos, el Gimnasio Chimkowe; el Centro de Entrenamiento Olímpico de Ñuñoa y el Parque O’Higgins, por solo mencionar algunos recintos, un público entusiasta apoya a su selección, e incluso, a la de otros países.
Según una encuesta reciente publicada aquí, 86 de cada 100 chilenos considera muy importante ser anfitriones de la lid continental.
Por otra parte, 93 por ciento de quienes acudieron a las competencias evalúa bien o muy bien el desarrollo y organización de la justa.
En apenas siete días se vendieron medio millón de entradas para los juegos, la misma cifra que en los tres meses anteriores al comienzo.
El evento es el más importante celebrado en Chile después del Mundial de Fútbol de 1962 y la Copa América de 2015.
oda/car