Lo hicieron esta vez entre risas, sin la tensión de romper un récord mundial, y con la complicidad de los periodistas acreditados en Santiago 2023, adonde ambos asisten como invitados especiales de lujo por parte de Panam Sports, junto a otras leyendas del atletismo como el dominicano Félix Sánchez y el ucraniano Sergey Bubka.
Precisamente sobre los Panamericanos, el nueve veces campeón olímpico y ocho mundial en velocidad y salto largo, Lewis, recordó que su primera competencia internacional y también su primera medalla llegaron en una cita continental: San Juan 1979, con el bronce de salto largo.
“Tenía solo 18 años y quién podía imaginar que iba a tener luego semejante trayectoria”, evocó el Hijo del Viento, dueño de la racha más impresionante que se recuerde en el atletismo: con 65 victorias al hilo nadie saltó más lejos que él durante 10 años.
A su lado, oyéndolo atentamente, estaba el hombre que, sin embargo, le arrebató el récord del mundo.
Tiene ya 59 otoños Mike Powell y todavía mantiene intacta su admiración por Lewis, dos años mayor, pero confiesa que en aquel entonces, cuando ambos competían juntos, tuvo que hacer de él su “enemigo”.
“Yo lo miraba siempre, qué zapatillas usaba, todo lo que hacía… y trataba de copiarlo porque estaba compitiendo contra el mejor. Él tenía 65 triunfos seguidos. ¡Incluso tuve que batir el récord mundial para poder vencer a esta persona!», se lamentó en tono jocoso Powell, al evocar la mítica final que disputaron ambos en la capital japonesa.
Aquel 30 de agosto de 1991, ambos superaron la plusmarca de 8,90 metros que había estampado Bob Beamon en los Juegos Olímpicos de México 1968: Lewis —que rebasó cinco veces los 8,60— saltó 8,91 en su cuarto intento, pero Powell respondió como un resorte estirándose hasta los 8,95. Una barbaridad estratosférica.
Ahora, cuando bromea alegremente con su compatriota sobre aquel día, Powell se alegra por el largo viaje que ha representado el deporte en su vida.
“Gracias a él, pude conocer muchos lugares del mundo. Por ejemplo, nunca antes había estado en Chile y ahora, con esta invitación, me impresionó ver las montañas detrás del Estadio”, refirió el exsaltador oriundo de Filadelfia sobre las cumbres de los Andes, que en cierta forma remiten a la inmensa huella dejada por atletas como él y Lewis.
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