Hace más de 30 años el padre, Willis Bernardo, se agenció un bronce en los Juegos de La Habana 1991, tras ceder ante el boricua Luis Felipe Martínez en la división de los 56 kg.
Este miércoles, su hijo, Willis Alberto, fulminó al canadiense Julien Frascadore por ippón en 40 segundos para agenciarse el oro de los 66 kg en Santiago 2023 con una ovación atronadora.
“Esta medalla significa mucho para mí por todo el trabajo que hemos venido realizando desde hace muchos años y gracias a eso dio el resultado”, explicó el flamante campeón de Santiago 2023, satisfecho de ganar por ippón todos sus combates en un “pool muy duro”.
En el camino había tenido que superar al argentino Joaquín Tovagliari y al brasileño Willian de Sousa, que llegó a marcarle un wazari.
“También en semifinales tuve un combate clave, ya que el cubano (Orlando Polanco) me había ganado antes cuatro veces seguidas, pero ahora conseguí sorprenderlo”, explicó el morocho.
La medalla, por supuesto, va para su papá y para toda Venezuela, donde ya se van frotando las manos, pues sus dinastías en el deporte son ganadoras.
Días atrás el nadador Alfonso Mestre —hijo del multimedallista de Caracas 1983, Alberto Mestre— logró dos preseas de plata en el Centro Acuático; ahora Willis García Jr. mejoró la actuación de su padre. Y todavía falta que comparezcan que estos Juegos los “mosqueteros” Limardo.
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