Pero cayó Francisco Solís ante el cubano Andy Granda en la final de los +100 kg, como mismo había cedido antes el campeón de Lima 2019 en los 100 kg ante el canadiense Shady Elnahas. Ambos por ippón en poco más de tres minutos.
“Fue un combate muy difícil y un error costó la medalla. En el último momento pensé que iban a cobrar wazari, pero los árbitros marcaron ippón”, explicó a la prensa el chileno Briceño, que quiso poner en valor su medalla de plata.
“No hay que llorar, porque fue un día redondo. En Tokio 2020, cuando no clasifiqué, dije que me iba a retirar y hoy me estoy colgando de nuevo una medalla en los Juegos Panamericanos”, añadió el santiaguino, agradecido de haber sido alentado por el público en la grada del Centro de Deportes de Contacto en Santiago 2023.
En ese sentido, dijo que “la motivación que nos ha dado la gente aquí, el aliento que se ha sentido a través de los Juegos Panamericanos en Chile ha sido maravilloso”.
“Por eso siempre digo que me gusta competir en casa. Cuando uno está abajo en el tatami no escucha mucho, porque se mira sobre todo al entrenador para saber qué está mal, pero después cuando uno sale y ve que la gente te recibe y te da ese cariño, eso se paga totalmente el esfuerzo que uno pone en la competencia”, expresó.
“Obviamente —señaló— no haber ganado el oro ahora es algo que me va a pesar y lo voy a tener ahí guardado para una próxima competencia, para decir ‘tengo que sacar una medalla’, y espero que sea en París 2024”.
De momento, Briceñó anunció que la próxima semana viajará a Australia para participar en un Grand Prix que aporta puntos con miras a la clasificación para el torneo bajo los cinco aros de la capital francesa.
“Y después pum, ahí me tomo unas vacaciones y me voy a las Islas Galápagos con mi hija y mi mujer a descansar un poquito”.
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