Hace cuatro años, en Lima 2019, dijo haber tenido «sensaciones amargas» cuando debió conformarse con un bronce en la espada individual femenina, pero de Santiago 2023 se marchará con el oro, tras vencer en la final 15-9 a la peruana María Luisa Doig.
“La verdad que trabajé muchísimo por este objetivo. Son muchos años de esfuerzos y sacrificios. Siento que estoy en una realidad paralela”, expresó Di Tella, que celebró en familia su triunfo.
Su hermano Pascual, que también participa en estos Panamericanos, corrió a la zona mixta para abrazarla.
Antes la abrazaron igualmente sus entrenadores y la peruana Doig, con quien mantiene una estrecha amistad al margen de la competencia.
“Juntas disputamos la final de los Juegos Odesur, donde ella me ganó, así que siempre vamos así intercambiando finales. Pero nada, también es una alegría poder compartir un podio con una amiga a quien quiero y respeto muchísimo”, destacó la rioplatense de 30 años, que nació en Reino Unido y entrena en Estados Unidos
Aunque dominó la final casi desde el principio, hubo un momento que parecieron asaltarlas las dudas, cuando Doig, todo ímpetu, empató el marcador 9-9.
Pero, entonces Di Tella dio un paso al frente, aprovechando su mayor estatura, empezó a repartir estocadas. Seis seguidas asestó, sin que su impenetrable defensa tolerase ninguna otra ni ella pudiese explicar a Prensa Latina cómo lo hizo.
“Qué te puedo decir, ahí se activaron mis reflejos internos. No puedo dar una explicación, pero en ese momento sentí como algo mágico”, resumió la argentina sobre ese final perfecto que la convierte en la segunda esgrimista argentina que se corona en los Juegos Panamericanos, desde que Elsa Irigoyen ganó el torneo de florete en Buenos Aires 1951.
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