“La competencia fue poco difícil para mí. En la carrera de impulso la técnica me estaba fallando un poco. Pero nada, contento con la medalla y con todo lo que me ha salido hoy”, valoró el campeón de Lima 2019, que se coronó ahora en la capital chilena con una marca de 2,27 metros.
La logró en su tercer intento, después que el puertorriqueño Luis Joel Castro y el bahamés Donald Thomas se quedaran ambos con un registro de 2,24; aunque tenía la presión añadida de que si fallaba se quedaba en medalla de plata, siendo el favorito para ganar la competencia.
“Ser favorito es duro porque todas las miradas están concentradas en ti. En Lima, no fue así, yo era como decir el peón”, pero acá era el monarca y tenía que dar la cara”, valoró el saltador de 26 años.
Curiosamente, antes de afrontar el intento definitivo, el bahamés Thomas, que ya había concluido con la medalla de bronce, se le acercó para brindarle consejos.
“En inglés, lo entendí más o menos. Él me decía que activara más los primeros pasos de la carrera para llegar bien al salto y eso fue lo que hice. Eché un pie atrás y activo los pasos para despegar”, explicó Zayas, quien una vez más festejó su título ante la mirada atenta de Javier Sotomayor, el mítico “Príncipe de las Alturas”.
Asimismo, lo celebró con su entrenador Juan Centelles —campeón panamericano de Caracas 1983, su novia y compañeros de la delegación cubana de atletismo, además de recibir la ovación de la afición chilena congregada en el Estadio Nacional.
“Increíble el público de Chile y contento de ganar otra vez”, finalizó.
oda/abc