La duodécima edición de las citas multideportivas continentales sirvió para el debut de siete disciplinas: bádminton, esquí náutico, kárate, pelota vasca, racquetbol, squash y triatlón.
Participaron los 42 países miembros de la entonces Organización Deportiva Panamericana (Odepa) —actualmente Panam Sports—, incluidos los que ingresaron posterior a la edición de La Habana-1991: San Cristóbal y Nieves, Dominica y Santa Lucía.
En total se otorgaron mil 374 medallas en total, cifra que no fue superada en las ediciones posteriores: en Winnipeg-1999 se entregaron mil 46, en Santo Domingo-2003 fueron mil 84, en tanto en Río de Janeiro-2007 llegaron a mil 76.
Tan vasto programa competitivo requirió de 80 instalaciones deportivas para su ejecución —35 de ellas para entrenamiento—, distribuidas incluso en varias subsedes: las ciudades de Buenos Aires, Paraná, Santa Fe, así como pequeñas localidades cercanas a la sede principal.
Estados Unidos recuperó el cetro en el medallero general, el cual le había sido arrebatado por Cuba en la edición precedente, cuando la mayor de las Antillas sirvió de sede.
La delegación estadounidense obtuvo un gran total de 424 preseas, 170 de ellas doradas, y fue escoltada por Cuba con 112 de oro (238 en total), Canadá con 47 (177) y Argentina con 40 (159).
Brasil cayó a la sexta posición con apenas 18 cetros, superado además por México (23), en tanto Venezuela, Colombia, Chile y Puerto Rico completaron los 10 primeros del medallero general.
Uruguay, Guatemala, República Dominicana, Antillas Holandesas y Ecuador también obtuvieron al menos una dorada, en tanto otros 16 países alcanzaron alguna medalla de cualquier color.
HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE EN LA NATACIÓN
Estados Unidos prácticamente arrasó en deportes como natación con 51 medallas (22 de los 32 oros disputados), tiro con 41 (19 de 32), patinaje con 42 (22 de 31), tiro con arco con 19 (9 de 12), remos con 18 (10 de 21) y ciclismo con 14 (9 de 14).
También dominaron las lides de bolos, canotaje, equitación, esquí náutico, gimnasia artística, raquetbol, triatlón, polo acuático, así como los torneos femeninos de balonmano y softbol.
Igualmente triunfaron en la lucha por delante de Cuba, por escasa diferencia cualitativa de los metales cosechados: 10-5-5 para los estadounidenses por 10-3-6 para los antillanos.
En el atletismo, los estadounidenses obtuvieron 40 preseas, aunque el triunfo general en dicho deporte rey fue para Cuba con 42 y 18 de oro, por sólo 9 títulos los norteños.
Como curiosidad vale destacar, que, pese al gran dominio norteño en las competencias de natación, las grandes estrellas en lo individual resultaron el brasileño Gustavo Borges y la canadiense Joanne Malar.
Borges se coronó en los 100 y 200 metros libres, y además conquistó tres plateadas como integrante de los relevos libres 4×100 y 4×200, así como el de 4×100 combinados.
Malar dominó las pruebas de 200 y 400 m estilos —hecho que repitió cuatro años después en Winnipeg—, obtuvo plata en los mismos relevos que el carioca y sumó además una de bronce en los 200 m espalda.
Por cierto, en la rama masculina igualmente fue un canadiense el ganador de los 200 y 400 m estilos: Curtis Myden.
Cuba archivó en Mar del Plata su mayor cosecha histórica de medallas como visitante, apoyada en su dominio en atletismo, pesas, boxeo, esgrima, kárate, judo —las muchachas ganaron todo el oro disputado—, gimnasia rítmica, béisbol, voleibol y balonmano, estos últimos en la rama masculina.
Destacaron los triunfos cubanos en tres de las cuatro pruebas de relevos, en tanto en las de saltos sólo cedieron en la pértiga para hombres.
En lo individual sobresalieron la discóbola Maritza Martén y el saltador Javier Sotomayor, ganadores de su tercera dorada en Juegos Panamericanos, respectivamente.
El saltamontes Iván Pedroso consiguió el primero de sus tres cetros en estas citas multideportivas, mientras Yoelbi Quesada se colgaba el segundo de su tríada dorada en el triple salto.
Otras actuaciones descollantes fueron las del fondista mexicano Armando Quintanilla, ganador en cinco y 10 mil metros planos, así como el marchista ecuatoriano Jefferson Pérez, quien le dio la única dorada a su país e inició un exitoso palmarés que incluyen otros dos cetros (Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007) y un bronce en Winnipeg 1999.
Canadá mantuvo la tercera posición del medallero general, apoyada en sus triunfos en bádminton, softbol para hombres, tenis de mesa y squash (arrasó con las cinco doradas disputadas), así como las 21 preseas alcanzadas en la natación.
Argentina logró una magnífica actuación y sus aficionados disfrutaron las coronas en hockey sobre césped en ambos sexos, fútbol, baloncesto y voleibol para hombres, tenis (6 de 7) y velas, además de un segundo lugar en remos y pelota vasca.
México dominó en pelota vasca, clavados y taekwondo, pero lo más relevante de la actuación de los aztecas fue desplazar a Brasil hasta el sexto lugar del medallero general.
La caída de la potencia sudamericana puede ejemplificarse con un hecho específico y notorio: quedaron fuera del podio en ambos sexos en las lides de voleibol, algo que sucedió por primera y única vez hasta la fecha.
Los XII Juegos Panamericanos de Mar del Plata fueron clausurados el 26 de marzo, casi al término del verano austral, que comienza en diciembre.
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