Ganó ella el oro, con un estirón de 14,75 metros, y su compatriota Liadagmis Povea se colgó la plata, con 14.41, superando ambas a la domininquense Thea Lafond (14.25) y de paso también la actuación de Yargelis Savigne y Mabel Gay en Guadalajara 2011.
“Eso es lo que se quiere, que en cada escenario, siempre y cuando estemos, salgamos a poner en alto la bandera de Cuba”, afirmó Pérez, satisfecha por obtener su primera medalla de oro panamericana.
Aunque buscaba mejorar su marca personal —los 14,98 metros que registró en julio pasado—, consideró que la ansiedad por sobrepasar esa barrera y las bajas temperaturas en el Estadio Nacional le jugaron en contra de ese propósito.
“Con las condiciones del clima, no ha salido. Hacía mucho frío y también tenía la ansiedad de derribar la barrera de los 15 metros”, explicó la saltadora de 21 años que relevó en la cima del podio a la plusmarquista mundial y campeona de todo, la venezolana Yulimar Rojas.
Sin la monarca de Lima 2019, que decidió ausentarse en esta ocasión de los Juegos, todos los reflectores estaban concentrados en las dos cubanas y Pérez avisó desde temprano que sería difícil arrebatarle el título, con un salto de 14,68.
“Lo prometido es deuda. Dije que volvería con una medalla, y nada mejor que el oro”, aseguró antes de anunciar que espera rebasar pronto los 15 metros.
“Espero que en 2024 puedan caer los 15 y qué mejor escenario que los Juegos Olímpicos de París 2024 para hacerlo”, dijo.
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