Antes de salir de La Habana, los pronósticos oficiales cifraron en solamente un oro la cosecha de la delegación caribeña en suelo chileno, pero ese monto creció con creces, hasta llegar a siete títulos, seis subtítulos y cinco metales bronceados.
Ese saldo fue superado por Estados Unidos, que apenas en la última final del día, la del lanzamiento de jabalina masculino, alcanzó la corona que le dio la primacía en el medallero del deporte, con 8-5-12.
También por delante en la clasificación atlética acabó Brasil, con siete metales dorados al igual que los caribeños, pero nueve plateados y seis bronceados.
No obstante, para la mayor de las Antillas fue un resultado mayúsculo, que incluyó cetros en modalidades donde hace rato no sumaba oros como los 100 metros planos para damas y el relevo de este sexo 4×100.
A lo largo de los Juegos se implantaron en esta disciplina tres récords panamericanos, entre ellos el de la mexicana Citlali Cristian en la maratón (2h 27:12) y el de la argentina Belén Adaluz Casetta en tres mil metros con obstáculos (9:39.47 minutos).
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