“Más que una compañera de equipo, Sahily es una gran amiga. Sé que ella está igual de feliz por mi resultado como yo estoy feliz porque haya ganado esta carrera. Hay mucha complicidad entre nosotras”, dijo la charrúa de 30 años que se adjudicó el segundo lugar con un remate espectacular en los metros finales.
Aunque fueron rivales en la prueba disputada este sábado, ambas entrenaron juntas en Guatemala de cara a los Juegos, por lo cual la uruguaya quiso expresar su gratitud.
“Si algo tengo que agradecer es que sin ella no lo hubiese podido lograr. Es muy importante poder mencionar esto, y también a Frank Casals, su entrenador. Juntos me abrieron las puertas de su casa para poder prepararme para estos Panamericanos y eso me llena mucho el corazón”, destacó.
Medallista de bronce en Lima 2019, Rodríguez consiguió mejorar ahora el color de su presea con un crono de 2:02.88 minutos, a escasas centésimas de Diago (2:02.71), quien sumó otro oro poco después como parte de la posta cubana de relevo 4×400.
Asimismo, la uruguaya explicó que disfrutó mucho correr en el Estadio Nacional de la capital chilena.
“A veces son tantas la presión y las ganas de tener ese resultado que no nos permitimos disfrutar del momento y hoy me permití hacerlo”, dijo al subrayar que para ella termina una temporada muy linda en Santiagbo de Chile con buenos recuerdos.
“La última vez que corrí acá fue en los Juegos de Odesur en 2014, en los que gané también dos medallas de oro, en 400 con vallas y en 800. Y ahora este estadio hermoso, repleto de gente, es impresionante. Deseo ver qué otra cosa van a organizar porque yo quiero correr acá, quiero correr acá”, indicó sonriente.
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