“Vamos Flo, arriba Flo” se escuchaba en el Centro de Entrenamiento Olímpico de esta capital, cada vez que la chica de 14 años lograba un punto en la final individual de la clase TT8, para los jugadores que compiten de pie y tienen un movimiento ligeramente limitado de ambos brazos o de las piernas, limitación moderada de una pierna, o ausencia de extremidades.
De un lado la afición chilena, del otro la ensordecedora barra que apoyaba a la carismática brasileña Sophia Kelmer, mas nada sacaba de concentración a “Flo”, quien volvía una y otra vez con sus frágiles movimientos a servir o defender para, punto a punto, ganar un título muy disputado, tal como se apreció en el marcador definitivo.
“Salí delante 12-10 y ella igualó el partido (10-12). Mi entrenador me dijo: el tercero es decisivo Flo, tú puedes”, relató tras la victoria.
Y así fue. Saques incómodos y una feroz defensa hicieron mella en la rival verdeamarelha que recibió un contundente 11-5 en el tercer set y que reaccionó tarde en el cuarto ganado 11-9 por la chilena, que hizo estallar a la afición agolpada en las gradas.
“Realmente no escuchaba nada, ni a mis seguidores ni a los bulliciosos brasileños en las gradas. Es más, me dijeron que mi rival lanzaba continuamente efusivos gritos cuando marcaba puntos, yo ni los sentí”, expresó Flo apenas había recibido su medalla de oro.
Como colofón, la adolescente se unió la víspera a su compatriota Ignacio Torres en el doble mixto (categoría XD14-17) y obtuvieron el oro pese a salir debajo (7-11/12-14) ante la dupla de Brasil (Jennyfer Marques-Israel Pereira).
En ese momento salió a flote la ecuanimidad de Flo: pidió calma a su más experimentado compañero (22 años) y ganaron los sets restantes (11-8/11-9/11-9)… y otra dorada para Chile.
mem/jcm