Da Silva envío el implemento hasta los 44,95 metros, inalcanzables para sus rivales de la categoría F11, para lanzadores ciegos o de discapacidad visual casi total, que compiten con gafas oscuras.
El representante del gigante suramericano quedó a escasos 39 centímetros de su récord para los juegos (45,34 m), impuesto en la edición anterior de Lima-2019, y algo más alejado de su plusmarca mundial (46,24 m), conseguida el 10 de junio de 2022 en París, ciudad en la cual aspira a conquistar el cetro olímpico el próximo año.
La presea de plata la obtuvo el cubano Andrileydis Silot (33,78 m), en tanto el bronce quedó en manos del venezolano Wilmer Jesús Zambrano gracias a un último envío de 32,42 m que dejó sin presea a su compatriota Franklin Rafael Bracho (31,69 m), quien se mantuvo tercero durante las cinco rondas de lanzamientos.
En el salto de longitud para damas, categoría T11-T12 (ciegos y débiles visuales profundos), Brasil hizo el 1-2 por intermedio de Lorena Silva (4,73 m) y Alice de Oliveira (4,42 m), mientras el bronce lo mereció la venezolana Rosibel Colmenarez (4,06 m).
Con estos dos títulos, Brasil suma siete, además de cuatro medallas de plata y seis de bronce, para ocupar momentáneamente el segundo lugar en este deporte, detrás de Estados Unidos (7-6-3).
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