Santiago de Chile, 22 nov (Prensa Latina) Yunier Fernández y Yenigladys Suárez tienen en común haber revalidado sus títulos de campeones parapanamericanos sobre sus inseparables sillas de ruedas y por tanto ser parte hoy de los héroes de la cita Santiago 2023.
Yunier Fernández sufre una discapacidad física casi total que le impide siquiera sostener el equilibrio en su silla de competencias y que precisa de llevar la raqueta de tenis de mesa amarrada a su mano ante la falta de capacidad para manipularla como un atleta convencional.
Pero ello no ha sido obstáculo para conquistar su segundo cetro parapanamericano en la categoría TT1, para jugadores en silla de ruedas con movimiento muy limitado del torso y de las piernas, con afectaciones moderadas de hombros y brazos, que obligan a jugar con los frenos de las sillas activados siempre y agarrarse a la llanta para mantener el equilibrio.
Quiso el azar que el oriundo de la occidental provincia cubana de Artemisa regalara a Cuba su primer metal áureo en la capital chilena, como igual lo hizo en la edición anterior de Lima 2019.
En declaraciones a Prensa Latina, Fernández dedicó su triunfo a su natal Guanajay y a todo el pueblo cubano, pero mencionó especialmente al fallecido Comandante Fidel Castro, quien, dijo, lo estimuló siendo joven a no rendirse nunca pese a su severa discapacidad física-motora.
Igualmente tuvo palabras elogiosas para su entrenador Reldy Ortega, que además de profesor y preparador ha devenido por más de 25 años en su guía, amigo y hermano, a quien su familia ha confiado su seguridad y desarrollo emocional.
Y aseguró que aún le resta concretar su sueño de podio olímpico para lo cual continuará entrenando con ahínco y particular entrega a sus 41 años.
Yenigladys dice haber nacido para el tiro paradeportivo, disciplina que ha moldeado su carácter, donde halla satisfacción y alegría.
Tras la medalla de oro alcanzada en la capital peruana, su actuación aquí no podía ser otra que subir nuevamente a lo más alto del podio, solo que la duplicó.
Ahora en el Polígono de Pudahuel ganó la corona en las modalidades de pistola a 10 y 50 metros categoría categoría SH1 para tiradores con limitación en el movimiento de sus brazos y la parte inferior de torso y piernas, ausencia de alguna de sus extremidades e incluidos quienes precisan de silla de ruedas.
En la distancia más corta revalidó el título conquistado en la capital peruana y en la otra ganó incluso a hombres, pues se compite sin distinción de sexo.
Se da la curiosidad que su escolta en el podio de premiaciones fue precisamente su compatriota Di Angelo Lóriga, ganador de par de preseas plateadas en esta edición parapanamericana.
“El deporte es una gran parte de mi vida, me ha dado mucho, esta sonrisa espléndida”, responde a Prensa Latina, mientras desborda alegría y deja ver sus blanquísimos dientes.
Y sí que es bella su sonrisa: “créeme que, si pierdo, mejor que no me miren jjj (suelta otra carcajada), pero no te preocupes pues muy feliz por haber satisfecho mis expectativas, por este gran regalo para mi pueblo, para mi gente, mi familia y mi esposo”.
A Yenigladys la estirpe de campeona le llega de su madre, Eloína Echevarría, multimedallista en longitud, triple salto y relevos en Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe desde finales de los 70 y hasta los 90 del siglo pasado.
“No salto, pero vista de águila sí tengo, hija de campeona no puedo ser menos”, y sonríe espléndidamente otra vez.
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