Durand, débil visual profunda, dominó este viernes con comodidad su heat semifinal con registro de 55.95 segundos, algo distante de sus récords del orbe (51.77) y parapanamericano (52.51), impuestos en la cita paralímpica de Río-2016 y en los juegos continentales de Lima-2019, respetivamente.
“Estoy en perfectas condiciones, se trataba de una semifinal sin oponentes de elevado rango y la estrategia trazada por nuestra entrenadora Miriam Ferrer junto a mi guía Juniol Kindelán fue asegurar la clasificación y dejar energías reservadas para la final del sábado”, dijo la atleta a Prensa Latina. Interrogada sobre la posibilidad de estampar un nuevo récord, respondió que estos dependen no solo del estado físico-técnico y emocional, sino además de las condiciones del tiempo y el momento del año en que se realizan estas competencias, con un calendario competitivo en 2023 muy atípico.
“Si no sale el récord no hay por qué alarmarse, no es problema alguno, lo importante es asegurar la victoria y aportar otra presea de oro a nuestra delegación. Tanto Juniol como yo estamos bien, pero igual hemos tenido una temporada muy larga y no podemos olvidar que en apenas nueve meses y unos días tendremos la cita más importante: París-2014”, apuntó.
Durand, quien este próximo domingo cumplirá 32 años —desde los 15 en el máximo nivel internacional—, reconoce que ya el retiro se acerca, pero antes quiere cerrar con broche dorado su trayectoria en Juegos Parapanamericanos: Río-2007, Guadalajara-2011, Toronto-2015, Lima-2019 y ahora Santiago-2023.
“Mañana tocarán los 400 y luego de ganar estaré satisfecha. Luego a descansar y recuperarse para los juegos paralímpicos. ¿Retirarme después de París?, siento que va llegando el momento, más por mi familia, por mi niña, que por mí. Ella me necesita y yo ya lo he conquistado todo”, añadió aunque sin ponerle fecha definitiva al adiós a las pistas.
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