Aun está en la memoria aquella joven Martel descollando por todo lo alto en la capital habanera con una película que marcó pautas en 2001 y que la haría entrar al podio de las mujeres más destacadas dentro de la meca de la dirección en América Latina.
Un Coral en La Habana y varios premios por otras obras que llegaron mucho después como La niña santa o La mujer sin cabezas, la llevaron a la cumbre. Tras volver a conquistar en 2017 otro lauro en la cita cubana por Zama, ahora está de regreso con un cortometraje que le ha valido ovaciones.
Desde su ojo fílmico, la argentina toca temas sensibles con una obra que le encargó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la que toca las fibras al adentrarse en problemáticas como la violencia doméstica contra la mujer, las diferencias de clases y las presiones laborales.
Presentada ya en citas como Venecia (Italia), la pieza audiovisual fue producida a través del proyecto Síntesis de la UNAM y con el infaltable aporte de la compañía de Martel, REI Cine.
El céntrico cine Yara será testigo de la proyección de este trabajo, en el cual su realizadora se auxilia en las actuaciones de Jorgelina Contreras, Daniel Valenzuela, Anavelí Acero y Ariel Gigena.
El corto está concebido dentro de las presentaciones especiales del festival habanero, que se extiende hasta el 11 de diciembre, en solo 12 minutos, y adentra al espectador a la historia de Patri, una mujer que atraviesa un período de prueba para trabajar como empleada de un hotel.
En declaraciones difundidas por el portal https://www.otroscines.com/, su autora precisó que decidió focalizarse en el movimiento continuo del cuerpo y el movimiento discontinuo del lenguaje audiovisual.
“El corto se transformó finalmente en un ejercicio sobre el tiempo lineal y el tiempo no lineal. El tiempo lineal está en el argumento: una mujer está haciendo la práctica para un trabajo de camarera de piso en momentos difíciles para su familia. El tiempo no líneal está en todo lo demás propio del lenguaje audiovisual”, dijo.
Camarera de piso es una de las dos únicas presentaciones especiales en el certamen habanero, en el que Argentina tiene una importante presencia.
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