«Es hermoso terminar el año acá en Cuba. La cinta comenzó el recorrido en San Sebastián (donde ganó la Concha de Oro) y ahora ser premiada en La Habana es un honor. Los recibimos con humildad, respeto y agradecimiento», subrayó la realizadora en declaraciones exclusivas a Prensa Latina.
Laura sonríe de manera tímida al conversar con Prensa Latina. Está atónita todavía, fue sorprendida mientras caminaba hacia el Hotel Nacional, sede de la cita.
«Qué belleza», le comenta a su colega tras conocer que repitió el mismo premio que mereció hace unos años atrás por Matar a Jesús (2017), el que concede la prestigiosa institución Casa de las Américas.
Nos impresiona mucho repetirlo porque proviene de un lugar que siempre le apuesta al arte, señala la directora, quien mide fuerzas con otros 14 cineastas en el apartado de mejor largometraje por un premio Coral, máximo galardón del certamen.
Los reyes del mundo le ha traído varias satisfacciones a la creadora. Con una desgarradora historia de la Colombia profunda, y tras recorrer varios festivales, en La Habana también mereció además los lauros otorgados por la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica y Don Quijote, que concede la Federación Internacional de Cine Clubes de la isla.
Esta película significó un enorme esfuerzo, la escribimos en 2016, tuvo que paralizarse por la Covid-19 e incluso llegamos a pensar que no la terminaríamos. Y acá estamos, dice, tras describir que durante este tiempo sucedieron muchas cosas en su país que finalmente logró un cambio (con la llegada de Gustavo Petro al poder).
«Estamos por primera vez ante la posibilidad de un cambio real, de tener un país menos violento, más inclusivo, la cinta coincidió con este proceso de cambio, no me hubiera imaginado nunca esto cuando empezamos a escribirla», manifestó la cineasta.
Convencida de que el cine «nos hace pensar en aquello que deseamos», señala que de repente suceden estas cosas coincidentes. Eran muy grande nuestros deseos de celebrar a esos jóvenes que han cambiado la historia de Colombia en los últimos tiempos, que salieron a las calles para expresar su cansancio.
En Los reyes del mundo, Mora describe el viaje del joven Rá y sus cuatro amigos, quienes intentan encontrar un lugar para vivir en paz. La historia es un reflejo descarnado de los conflictos de la sociedad colombiana en las últimas décadas.
Para su autora, mostrar todas estas problemáticas como la restitución de tierras deja hoy de ser un tabú. Por ello siempre es bonito que las artes puedan sumarse al debate y traigan desde una perspectiva poética algo nuevo a la conversación, apuntó.
Sobre la acogida del público habanero, que define como exigente como ningún otro del mundo, señaló que sintió una recepción muy cálida.
«Aquí hay una cinefilia, la gente ha visto cine, siente el cine y se apasiona por él», acota tras concluir que ese es el mejor regalo.
lam/may