Eami, una palabra que significa tanto “bosque” como “mundo” para el pueblo indígena ayoreo totobiegosode de Paraguay, narra el paisaje cada vez más reducido de los nativos, debido a la deforestación, y sirve como telón de fondo a una historia que combina elementos de ficción y no ficción.
Durante la ceremonia de clausura, en la sala Charles Chaplin de esta capital, se informó que el máximo galardón de cortometraje documental fue para la cinta cubana Abisal, del director Alejandro Alonso, producida junto a Francia y de 30 minutos.
La historia se mueve en un clima de tensión propio de un filme de terror o ciencia ficción que, paradójicamente, es, a la vez, épico e intimista, entre esqueletos de barcos arrumbados en un desguace cubano, donde la línea que separa los vivos de los muertos es casi invisible.
El Coral Especial del jurado de largometraje documental fue para la obra guatemalteca El Silencio del Topo, de Anais Taracena, mientras el de cortometrajes en esa categoría fue para Cadê Heleny, de Esther Vital (Brasil, España). Enfocado en el contexto latinoamericano contemporáneo, en el Festival de Cine de La Habana participaron una selección de 17 documentales que ilustran las realidades de la región, sus problemáticas y desafíos.
Figuraron en el catálogo de esa categoría obras de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala y Cuba, algunas de ellas en coproducciones con otros países europeos.
Según el comité organizador, los jurados recibieron más de dos mil películas con representación de todos los países del continente, en especial de Argentina, México y Brasil, de las cuales eligieron también para integrar la muestra Latinoamérica en Perspectiva y el apartado de Presentaciones Especiales.
El programa comprendió un evento teórico que rindió tributo al realizador cubano Nicolás Guillén Landrián con la exhibición también de un documental de Ernesto Daranas dedicado a su impronta y el análisis del audiovisual Inside Downtown (2001), hecho por el propio Nicolás en Estados Unidos.
La agenda colateral incluyó la muestra de Clásicos Restaurados, Panorama Contemporáneo Internacional, una exposición de 30 carteles de artistas procedentes de 11 países y lanzamientos editoriales a cargo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
Fundado el 3 de diciembre de 1979 por el cineasta cubano Alfredo Guevara y con la presencia de más de 600 realizadores latinoamericanos, el certamen concede como máxima distinción el Gran Premio Coral, el cual simboliza los amplios arrecifes del mar Caribe.
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