Cuando uno entra a la instalación los decibelios crecen y el estruendo se hace enorme. Los locales han empezado ganando el primer round 25-9.
En toda la historia del taekwondo en los Panamericanos, Chile apenas ha conquistado seis medallas de bronce y solo en la edición de Santiago 2023 México suma seis oros.
Sobre el dojang los anfitriones Joaquín Churchill, Ignacio Morales y Aaron Contreras salen a combatir espoleados por los cánticos del público: “¡Chi chi chi! ¡Le le le! Chi chi chi! ¡Le le le! ¡Vivaaa Chileee”, mientras en la tribuna la bandera chilena, la Estrella Solitaria, flamea con frenesí.
Culmina el segundo round y los mexicanos Uriel Gomez, Carlos Navarro y Bryan Salazar lograron recortar distancias con un parcial de 30-24.
La ventaja local que parecía amplia se ha estrechado ahora a 10 puntos, pero la afición local sigue animando.
Comienza el tercer y definitivo asalto y se podría pensar que el águila mexicana dará otro zarpazo. Lo ha hecho tantas veces ya en estos Juegos, en los que sensacionalmente se aferra al segundo puesto del medallero.
Sin embargo, esta vez es diferente. Una extraña atmósfera contagia al estadio.
Cuando las pantallas led señalan el fin del combate, el bullicio lo ensordece todo. Chile ha ganado 81-64 y logra una medalla de plata histórica que pone de relieve el verdadero poder del factor sede.
El tradicional cántico “!Oé, oé, oé, oé, Chileeee, Chileeee…!” se eleva hasta el infinito.
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