Así lo puso de manifiesto hoy en los Juegos Panamericanos, tras proclamarse campeona en la prueba de longitud con un salto de 6,66 metros en su tercer intento que le bastó para superar a la brasileña Eliane Martins (6,49) y a la estadounidense Tiffany Flynn (6,40).
“Fue una medalla muy trabajada. Nos despertamos esta mañana pensando en ese podio panamericano. Queríamos un poco más en la marca, pero hace frío y yo soy de tierra caliente”, afirmó la saltadora de 20 años, oriunda de Valledupar, en el Caribe colombiano.
Casi todo el tiempo, cuando no le tocaba saltar, se le vio moverse de aquí para allá envuelta en una especie de manta, mientras en el Estadio Nacional la fría primavera chilena que acompaña estos Juegos marcaba unos 15 grados.
Ya ante los periodistas, en cambio, apareció en todo su esplendor al calor del triunfo, con el típico sombrero vueltiao y un singular maquillaje en los ojos que remitía a la bandera de Colombia.
“Esta es mi armadura, salir bien linda, bien apoteósica como dicen, eh? Para decirle al país que sigamos soñando, que tenemos talento y futuro”, afirmó sonriente y Prensa Latina le preguntó si pensaba seguir los pasos de su compatriota Ibargüen.
Hace 11 años, cuando ella tenía nueve, su profesor de deportes Fabián Martínez, vaticinó que Natalia se convertiría en la “sucesora” de la estelar saltadora y ella respondió ganando medallas y rompiendo récords. Incluso llegaron a entrenar juntas en Puerto Rico durante dos meses en 2017.
“Sí, estamos siguiendo los pasos de Cate, claro, no en el triple, pero sí en el salto largo y aquí vamos poco a poco. Hemos perseguido esos récords y nos queda uno, la idea era tumbarlo aquí en los Panamericanos, pero bueno, poco a poco esperamos dar el salto para lograr hacer esos siete metros”, apuntó.
En los recientes Juegos Centroamericanos de San Salvador 2023, logró la medalla de oro con 6.86 metros, justo la marca mínima clasificatoria para los Juegos Olímpicos de París 2024, la cita donde ahora espera sonreír como hizo alguna vez su compatriota para poner a Colombia entera a dar saltos de alegría.
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