Valdés, de la división de los 65 kilogramos del estilo libre, superó por pegada al estadounidense Nahshon Garret.
«Esta medalla se la había prometido a mi papá, se la debía, ya que mi resultado a nivel mundial no fue el que yo esperaba y en poco tiempo me preparé bien y lo logré», declaró el deportista a Prensa Latina.
Explicó que durante la competencia se sintió bastante bien, estuvo sereno, fijándose en cada detalle para no cometer errores porque su rival era un luchador muy veloz y un paso en falso podía ser letal.
Interrogado por la prensa sobre el resultado de Cuba en la lucha libre de la cita continental, expresó que se sobrecumplieron con creces los pronósticos.
Cuba cerró la jornada con tres oros en esa disciplina y fue el país más productivo hoy en la lucha, celebrada en el Centro de Entrenamiento Olímpico.
El público presente en la instalación ovacionó a los atletas de la isla y de otros países participantes y mostró banderas cubanas durante el evento.
Valdés destacó la actitud de los espectadores que incluso aplaudieron a quienes perdían porque de esa manera reconocían el esfuerzo y pudieron disfrutar bastante del espectáculo. En un mensaje al pueblo cubano, declaró: «Sigan confiando en mí, yo me entrego al máximo siempre que compito y eso es lo más importante».
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