Fueron creados con el objetivo de consolidar el deporte latinoamericano y caribeño, como vía para fortalecer la hermandad e integración de los pueblos, y, además, facilitar el fogueo y preparación de los atletas para competencias de mayor envergadura.
El 14 de diciembre de 2004 el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el dirigente cubano, Fidel Castro, firmaron en La Habana la Declaración Conjunta para la creación de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y su acuerdo de aplicación.
Cincuenta días después de esa ceremonia Cuba acogió la primera edición del 17 de junio al 30 de junio del 2005.
En su inauguración en el majestuoso Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana, Fidel Castro expresó: “Estamos hoy haciendo realidad el sueño de la amistad, la cooperación y la integración solidaria entre los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe en el terreno del deporte”.
Y añadió: “Es una prueba de lo que puede hacerse cuando existe la voluntad política de los gobiernos y el apoyo de los pueblos».
El líder histórico de la revolución cubana llamó a dar “con estos Juegos Deportivos del ALBA un ejemplo al mundo de que el deporte puede y debe ser limpio escenario de competición en aras de promover bienestar, salud y recreación para nuestros pueblos”.
Llamó, igualmente, a que fueran una de las primeras demostraciones de lo que la generosa y feliz iniciativa del ALBA, promovida por Chávez y su Gobierno “puede aportar a los pueblos de Nuestra América en la búsqueda de un futuro mejor, que no sólo es posible, sino que es tan seguro como nuestra indoblegable voluntad de independencia, cooperación e integración”.
Esta fiesta del deporte acaparó la atención de millones de personas, no sólo de cubanos y venezolanos, sino de otras naciones del área como Colombia, República Dominicana, México y El Salvador, que acudieron a la cita con figuras noveles integrantes de sus selecciones juveniles en pleno ciclo preparatorio para eventos internacionales.
Casi dos mil deportistas de 18 países pugnaron por las preseas en las 31 disciplinas que se programaron para esa primera ocasión.
El equipo Cuba A, principal representación deportiva del país anfitrión, encabezó la tabla de medallas, con un total de 579, de ellas 286 de oro, 156 de plata y 138 de bronce, seguida por Venezuela (74 doradas, 143 plateadas y 106 bronceadas) y el Cuba B (17, 22 y 30).
Ese evento multidisciplinario demostró que en materia deportiva, la Alternativa Bolivariana para las Américas –que posteriormente ganó en dimensión y se transformó en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América- también era posible.
En él primó la hermandad, solidaridad, persistencia, esfuerzo e inspiración, valores que rigen toda competición, alientan y alimentan el espíritu de todo un continente.
Para la clausura se concibió una actividad deportivo-cultural que combinó a músicos de Venezuela y Cuba en un canto por la paz, la amistad y la integración latinoamericana y caribeña.
Y se anunció que sedes venezolanas acogerían la segunda edición de los Juegos en 2007.
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