Asombroso e increíble, son calificativos que se pueden dar a la obra, pues en menos de una semana los que vieron la fachada y parte de la instalación apreciaron un cambio total, que hace suponer que a lo máximo dentro de dos días toda la fachada y la cristalería de la instalación estarán concluidas.
El miércoles pasado, camino a la inauguración del comedor para los asistentes a la cita, escribíamos: “aquí en la capital un enjambre de trabajadores no descansan para tenerlo todo listo para cuando se dé el disparo de arrancada oficial en la noche del 23 de junio”. Hoy son muchos los que ya apostamos por que todo estará listo.
En esos días aun era imposible ver un mural del máximo ídolo del fútbol nacional, que da su nombre al estadio y que ahora resalta a la vista de todo transeúnte, que se alza como reafirmación de un gran esfuerzo de meses de trabajo, en especial en los últimos cuando los trabajadores y técnicos “empataban” un sol con el otro.
Ya los que pasan a pie o en auto sobre la 49 Avenida, cerrada en una vía en el tramo de la instalación, no sienten la preocupación de que los salvadoreños no llegarían.
Hoy hay alegría al observar que el esfuerzo por salvar los Juegos se concreta en esta obra e incluso en la Villa Centroamericana, donde con algunos contratiempos ya comenzaron a llegar delegaciones.
Solo restan algunos retoques para que el mural del Mágico González esté listo, señalan con cierto aire de orgullo los constructores, pues ya no solo se puede ver el avance desde dentro hacia fuera como anticipaba el dinámico presidente del Instituto de Deportes, Yamil Bukele. El resultado es casi total en este empeño gigantesco, digno del calificativo de proeza que algunos dan.
En su interior, el estadio también luce impresionante a cinco jornadas de la inauguración de San Salvador 2023.
La “hombrada” como dijo al calificar el trabajo René Romero, un técnico cubano que colabora con los salvadoreños, se puede ver y tocar con la mano.
En las afueras de ese mismo escenario se puede apreciar un “hormiguero” de cientos de trabajadores que van de un lado a otro y laboran día y noche con el objetivo de avanzar en el acabado, pues debe estar listo para el día de la apertura de esta lid, que por tercera vez en su historia organiza el país.
El Salvador a decir de Bukele, trabaja “en cada detalle para hacer una inauguración extraordinaria y habilitar todas las áreas, desde el museo en honor a Jorge, hasta el área de alimentos, los locales comerciales, cafeterías y restaurantes. Todo para que sea una noche mágica”.
Ya se puede afirmar con certeza que El Salvador “salvó los Juegos Centroamericanos y del Caribe” y el «Mágico” será escenario de muchas hazañas de los participantes en la cita regional más antigua del universo en la cual mexicanos, cubanos y colombianos pelearán por ser primeros en el medallero.
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