Al final me sentía muy cansada, ya casi no tenía fuerzas para evadir los toques de mi rival, comentó a reporteros la campeona de esta especialidad, en la cual terminaron terceras su compatriota Narianna Portuondo y María Blanco, también de Colombia.
Sin embargo, agregó la titular, tomé un tiempo y me paré para coger el aire suficiente y así poder ganar la competencia (celebrada en el Gimnasio de la Universidad de El Salvador).
Veranes resaltó que esta presea dorada tiene un gran significado para ella, pues, explicó, “una se da cuenta de lo que vale el sacrificio y cómo a pesar de las dificultades se sale adelante”.
Por otro lado, reconoció la importancia de los entrenamientos y agradeció a Dios, como cristiana que es, al esposo, los familiares, las compañeras de equipo y al entrenador.
Todos son partícipes de este resultado, un saludo general, recalcó la sablista que también calificó de intensos los combates de la |jornada.
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