Muchos dudaban que la nación cuscatleca pudiera tener a punto todas las instalaciones para la justa atlética. Hoy sería injusto decir que no cumplieron. Lo hicieron con creces y si hubiera que entregar una corona de campeón en esta justa esa iría al denominado Pulgarcito de las Américas.
Proeza, hazaña, hombrada, son calificativos que afloraron en declaraciones de directivos, directores técnicos internacionales, prensa y deportistas al ver consumado el esfuerzo de hacer en prácticamente año y medio lo que por norma debe ejecutarse entre seis y cuatro años, a veces más.
Los incumplimientos de algunas empresas, las inclemencias del tiempo en las últimas jornadas con lluvias torrenciales sobre la capital del país, no impidieron que la parte donde se competiría estuviera lista para la arrancada, y aun hoy en algunas áreas que comenzarán en breves jornadas los deportes, se dan toques finales pero lo que debe estar listo lo está.
La víspera en el Gimnasio Nacional José Adolfo Pineda se enfrentaron los equipos de Cuba y El Salvador en un recinto multiusos donde se aprecia la aplicación de las técnicas constructivas y la tecnología del espectáculo más moderna que hace de esa instalación una sede para empeños mayores.
Sin embargo, afuera, mientras dentro los balones no dejaban de disputarse entre ambos equipos, en un fraternal pero disputado choque, aun cientos de trabajadores daban el «maquillaje» final al entorno y ampliaban la instalación.
Un defensor a capa y espada de este empeño, el dominicano Luis Mejía, presidente de Centro Caribe Sports, decía en estos días al presenciar un choque de béisbol entre Venezuela y su país, “Para usar un término, los escenarios de San Salvador 2023 son de primera”. El directivo prometió que el 8 de julio, en la clausura, dirá qué nota coloca a la organización del certamen.
El Parque de Pelota Saturnino Bengoa, el jueves último parecía una piscina por el abundante golpe de agua que envió la Madre Naturaleza pero, ya el sábado, estuvo listo para la justa. Faltaba terminar la pizarra electrónica, que ya hoy está lista, pero eso no impidió el disfrute de los partidos.
Igual ocurrió en el Estadio Jorge “El Mágico” González, donde se inauguró la justa el viernes 23. Aun hoy se dan los toques finales a la pista y al campo para el atletismo pero, seguro estará listo para eso, lo primera fue la inauguración, un memorable y monumental espectáculo del que disfrutaron millones de personas a parte de los miles que se dieron cita en el terreno y las graderías.
«Veo muy bien los escenarios. Estamos avanzando tal como debería de ser. Hasta ahora lo que estamos viendo es un desarrollo normal de todas las competencias. Para usar un término, los escenarios están así, de primera, para usar un término, dijo Mejía al Diario El Salvador.
“Ha habido ajustes del primer día, detalles mínimos. A partir de ahí las cosas se están desarrollando con normalidad, porque es el campo de juego el que debe estar. En términos generales, las competencias se están desarrollando sin ningún tipo de inconvenientes”, subrayó Mejía.
Partiendo de la máxima de que “El Salvador es el Salvador de los Juegos”, no está demás aplicar la frase “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, para significar que, a pesar de todo, hay que ser justo y reconocer a cada uno sus méritos.
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