La joven de 18 años de edad, debutante en estas citas y de la división de 87 kilogramos quedó en el primer ejercicio por detrás de las venezolanas Naryury Pérez y Yaniuska Espinosa, merecedoras del oro y el bronce, respectivamente, y de la subtitular dominicana Crismery Santana.
Un poco desaninada, según contó posteriormente a periodistas de su país, Sarría levantó la cabeza, se sintió con fuerzas y alzó 152 kilogramos para proclamarse reina de una modalidad que domina mejor.
Pérez (149) y Santana (144) siguieron en el podio de premiaciones a la cubana que quiso desquitarse de sus fallos inciales con al menos una medalla, y terminó en su cuello el máximo premio.
Estoy muy contenta con este resultado y espero que en mi país también, quiero agradecer a las personas que lo hicieron posible, sobre todo a mi papá, mi mamá, mi familia y los entrenadores, manifestó.
Sarría, de la central sureña provincia de Cienfuegos, contó que llegó al equipo nacional con 15 años y por la permanencia en La Habana para entrenar extrañaba mucho a sus progenitores.
He sido siempre muy apegada a ellos y ansiaba la comida de la casa, comentó antes de mencionar que previamente a la halterofilia practicó otros deportes como el fútbol y el polo acuático.
Poco a poco me fueron gustando las pesas, aprender la técnica me ponía demasiado contenta, día a día deseaba levantar un kilogramo más, y aquí estoy, amplió Sarría, con un futuro por delante para sumar nuevos triunfos.
rgh/dsa