Camacho-Quinn llegó a su debut en este tipo de citas como estrella de la disciplina, tras alcanzar el título e implantar plusmarca en el certamen olímpico de Tokio 2020 (21), pero tal condición no hizo menos significativa para ella su participación y resultado en el evento centrocaribeño.
Una victoria es una victoria, expresó satisfecha Camacho-Quinn tras triunfar en la prueba con tiempo de 12.61 segundos, por delante de la cubana Greisys Roble (plata gracias a 12.94) y la costarricense Andrea Vargas (bronce, 13.02).
En declaraciones a reporteros esta noche en el Estadio Jorge “El Mágico” González, escenario del atletismo de los Centrocaribes, la vallista de habla anglosajona manifestó que para ella todos los triunfos son significativos, sean en Olimpiadas, campeonatos mundiales u otros eventos como el que se desarrolla en San Salvador.
La boricua ya había reafirmado su superioridad ayer en las semifinales de la prueba, cuando detuvo los relojes en 12.60, récord para este nivel, y hoy volvió a salir en excelente forma al quedar a solo una centésima de ese tiempo.
Estoy muy agradecida de romper el récord y alcanzar otra medalla de oro, aseguró la boricua, quien se vio emocionada por agrandar su palmarés y, además, de aportar ese resultado para la delegación de Puerto Rico.
Soy boricua, para que la gente lo sepa, repitió en español entre risas a varios medios de comunicación, incluido Prensa Latina.
Por su parte, la cubana Roble se mostró visiblemente feliz por alcanzar el segundo puesto en esta carrera y calificó de fenomenal la experiencia de haber competido con Camacho-Quinn.
Estoy muy contenta, aseguró la atleta a la prensa de su país, y apuntó que llegó a San Salvador con la meta de bajar de los 13 segundos, un objetivo logrado.
Ya voy dando lo mejor de mí, añadió la vallista, quien consideró sentirse bien y en forma para asumir compromisos competitivos venideros como el Campeonato Mundial de Atletismo de Hungría en agosto y los Juegos Panamericanos que se celebrarán en Chile en octubre y noviembre.
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